miércoles, 27 de noviembre de 2024

Necesitas un poco de wasabi radiactivo de Fukushima en tu dieta: no provoques al dragón dormido

La venganza es un plato que se sirve frío.

(Antiguo proverbio klingon)

 


«Vale, ya lo pillo. Tú sólo lees comedias románticas adolescentes en las que un inadaptado se trajina a una maciza, ¿verdad? Me pregunto por qué, je, je, je».

¿Te acuerdas de esto, hijo de p... digooooo amado lector?

A nosotros no se nos ha olvidado.

Y tampoco se nos ha olvidado que prometimos hacértelo pagar. Y aquí somos mucho de cumplir nuestras promesas.

Antes de seguir leyendo, recuerda que tú te lo has buscado. Por acusarnos de incels.

Come mierda, amado lector.

«No me das miedo, Sommer. ¡Arréame tu mejor golpe!»

No, no. Mejor empecemos suavecito.


間違った子を魔法少女にしてしまった / Machigatta Ko Wo Mah
ō Shōjo Ni Shite Shimatta / Convertí a la niña equivocada en una niña mágica, de Sōryū, es una vuelta de tuerca perversa al subgénero manga de «magical girls» (mahō shōjo) al que pertenecen títulos como Mahō no Tenshi Kurīmī Mami, Mahō no Sutā Majikaru Emi ó Bishōjo Senshi Sērā Mūn.

Y tan perversa.

Myu, la típica mascota concede-poderes del género de magical girls, un «mika» (dios guardián) está buscando desesperadamente una chica de corazón puro a la que convertir en guerrera mágica y oponerse a los atasunmo, demonios devoradores de «energía negativa» que podrían consumir el universo entero. Cuando encuentra a Kayo Majiba, la adolescente protagonista de esta historia, Myu cree haber acertado el bote, el joker y el pleno al quince de la quiniela, todo en uno, y, sin mayor reflexión, le concede superpoderes de mahō shōjo.

Sólo hay un pequeño problema:

Myu, un pésimo juez de caracteres, no ha visto a tiempo que Majiba, pese a su aspecto pulcro, dulce y virginal, es una puñetera DELINCUENTE JUVENIL. Una JODIDA BESTIA adicta a la violencia, y a la nicotina, que LE SACA LA MIERDA A HOSTIAS a su primer adversario (una especie de demonio volador del tamaño de un bulldozer) SIN NECESIDAD DE TRANSFORMARSE, que se pone CACHONDA DE LA HOSTIA cuando comprende que, en su nueva naturaleza de magical girl, puede MATAR TANTA GENTE COMO QUIERA y a la que le importa literalmente UN CARAJO cuánta gente inocente muera mientras ella se carga demonios bisiestos del espacio exterior (aunque le toca mucho el potorro que alguno de los atasunmo intente hacer daño a sus amigos).

Espera, espera, que esto sigue.

La primera vez que Majiba intenta transformarse a sugerencia de Myu, se queda a media transformación (si has visto alguna vez un capítulo de Sailor Moon, eso significa EN TETAS), se pilla un rebote de mil chochos  («¿Por qué me  ha desaparecido la ropa? ¿Querías que todo el mundo me viese desnuda?») y cruje a hostias a Myu por lo que confunde con una broma pesada (mientras el monstruo al que estaba combatiendo, muy civil, él, espera pacientemente a que termine). Y luego jura que va a matar a todos los testigos de su accidental exhibicionismo.

Espera, espera, que se pone mejor.

Tan pronto como el atolondrado de Myu da poderes a Majiba, casi todos los atasunmo que atormentaban los demás mundos pierden el culo por llegar el primero a la Tierra porque no son capaces de resistir la tentación de la suculenta y gigantesca AURA DE ENERGÍA NEGATIVA que desprende nuestra inusitada heroína. Así que casi todos los demás mika se van de vacaciones porque, gracias al desliz de Myu que ha convertido a la Tierra en un bufé libre para todos los atasunmo, YA NO TIENEN QUE IR AL TRABAJO.

A lo largo de sus malandanzas, Majiba recluta, casi siempre a contragusto, aliados: como Rei Masanido (otro estudiante de instituto y testigo empalmado de su primera transformación), como Shuusai  Nako, otra magical girl a la que ha dado poderes su propio dios guardián (que en realidad era un atasunmo que intentó devorar el aura de Nako, le dio indigestión, se transformó en una mascota semi-adorable y le dio poderes a Shuusai en el proceso), y que al principio, engañada por su dios-guardián-demonio («Llámame "súper-atasunmo", por favor»), que ansía devorar el energía negativa de Kayo, toma a Majiba por un atasunmo (no podemos decir que fuese muy desencaminada) e intenta matarla (aunque eventualmente acaban arreglando sus diferencias en torno a una opípara comilona). «Tetas en Vez de Sesos», llama Majiba a su nueva «amiga».

Machigatta Ko Wo Mahou Shoujo Ni Shite Shimatta tiene gore, peleas salvajes, nudismo parcial, comedia, mutilaciones, reveladores uniformes de magical girl y otros que parecen sacados de una tienda de artículos para adultos, adolescentes con mala hostia, tabaquismo y sadismo. ¿Necesitas más motivos para leerlo?


«Oye, lo de que me estés proponiendo un manga protagonizado por chicas adolescentes haciendo cosplay me resulta un poco perturbador, pero tampoco...».

Machigatta Ko Wo Mahou Shoujo Ni Shite Shimatta comparte muchos elementos con 魔法少女にあこがれて / Mahō Shōjo ni Akogarete (algo así como «Ansiando chicas mágicas») / Gushing over Magical Girls, de Akihiro Ononaka. En Mahō Shōjo ni Akogarete vuelve a explorarse el equívoco de darle poderes de magical girl a la chica equivocada.

Salvo que esta vez no sucede por accidente. Venalita, el dios guardián de Mahō Shōjo ni Akogarete, sabe perfectamente que Utena, la protagonista de este manga, por debajo de la admiración que Utena siente por las magical girls, se esconde una fascinación morbosa con un componente sádico.

Utena recibe superpoderes de Venalita; superpoderes que, de facto, la convierten en un agente al servicio de Enormita, los antagonistas de Mahō Shōjo ni Akogarete... y, una vez repuesta de su horror, descubre que le encanta ser mala. 

De hecho, le pone MUY CERDA ser mala y someter a las magical girls a toda clase de torturas propias de un salón BDSM. Someter, humillar y abusar de Haruka, Sayo y Kaoruko (las magical girls «buenas» de esta historia, agrupadas en el grupo de heroínas Tres Magia), obligarlas a gozar del dolor y la humillación, corromperlas.

A Utena, la muy gocha, le gusta tocar carne femenina que no está muy por la labor de que la toquen. Y, básicamente, todo el primer arco argumental de este manga picantuelo gira en torno a las Tres Magia (las sailor senshi de Mahō Shōjo ni Akogarete), preguntándose por qué su nueva enemiga no parece tener ningún interés por combatir con ellas ni hacer maldades a lo largo y ancho de la ciudad, sino que prefiere darles fustazos en el pandero y meterles mano como un abuelo cebolleta en un tranvía abarrotado.
(De hecho, la serie desprende un tufillo sáfico que no te lo quitas ni con vinagre. ¡Si cuando Araga, otra de las «malas» de Enormita, sale vestida de «civil» con Utena, intenta meterla por la fuerza en un Love Hotel para, suponemos, tijeretearla como una posesa!)

De Mahō Shōjo ni Akogarete hay anime, por si al llegar hasta aquí se te ha despertado la curiosidad pero lo de leer te da así como cansura, oh, lector cojonazos.

«Bueno, pero esto no es demasiado perturbador, y tú habías sugerido que me ibas a revolver el...».


«¡ME CAGO EN EL COÑO!»

豚の復讐 / Buta No Fukushū / La venganza del cerdo, de Nitō Sau, es un isekai DEJA DE PONER ESA CARA O TE LA PARTO como otros que te hemos recomendado aquí, pero con un giro retorcido. Blablablá adolescentes japoneses abducidos a un mundo de fantasía en el que se les conceden superpoderes, blablablá. Nada que no hayamos visto ya en títulos como Isekai de Cheat Nouryoku Ote ni Shita Ore wa, Genjitsu Sekai o mo Musou Suru, Saijaku Skill de Saikyo no Onna-tachi o Koryaku Shite Dorei Harem Tsukurimasu, Isekai de Haishin Katsudou wo Shitara Tairyou no Yandere Shinja wo Umidashite Shimatta Ken o Hazure Waku no Joutai Ijou Skill de Saikyou ni Natta Ore ga Subete wo Juurin Suru made.

¿O sí?

Takeshi Hirota, el protagonista de Buta No Fukushū, es un adolescente víctima de malos tratos por parte de sus compañeros de colegio, que toman como incentivo su mansedumbre, y su rostro poco agraciado, para sacar a flor de piel las malas bestias que llevan dentro. Y lo de no llamarle por otro nombre que el de «cerdo» es lo de menos. Las palizas, el ostracismo, divulgar en Internet fotos suyas en situaciones humillantes... tal vez todo eso podría soportarlo.

Pero esos mismos psicópatas deciden subir las apuestas y le prenden fuego a la casa de Takeshi con toda su familia dentro porque les gusta «el olor a barbacoa».

Desesperado, Takeshi intenta suicidarse.

Y de repente está en un mundo estilo Dragones y Mazmorras, y, a causa de su equívoco aspecto, es aceptado como uno más por una tribu de orcos y encuentra entre ellos la felicidad y un nuevo hogar.

Hasta que sus ex-compañeros de clase, que también han sido trasladados al mismo mundo, se presentan y masacran a todos los aldeanos del poblado orco en el que fue aceptado y violan y asesinan a la amiga elfa de Takeshi, Karelia.

Sobreponiéndose al dolor, Takeshi siente prender en su corazón la llama del odio y jura venganza.

Ahora, Takeshi es algo así como el rey de los orcos.

Y va a crujir a los hijos de puta de sus compañeros de clase. A ser posible, siempre de la forma humanamente más dolorosa.

A pesar de que todos ellos han recibido superpoderes al ser transportados a este nuevo mundo y él no.

«Bueno, vale, Sommer. Esto empieza a ser un poco indigesto, aunque lo he pasado peor viendo películas de Manolo Escob...».

ばけものれっちゃん / Bakemono Recchan / La chica monstruo Recchan, de Asano Inio, nos cuenta la historia de una adorable alumna de instituto con la cara de una abominación de los mil infiernos bisiestos.

«¡ME CAGO EN DIOS Y EN TODOS TUS MUERTOS, SOMMER!»

No me provoques, lector. Puedo quitarme los guantes y arruinarte la vida y hacer millonario a tu psicólogo a la vez.

ロウヒーロー / Rouhīrō / RaW Hero (¿«Héroe CruDo»? En realidad es algo más parecido a «Héroe novato» o «principiante»), de Akira Hiramoto, es uno de esos manga atchon burike! que de vez en cuando nos cae encima a los de la bitácora. RaW Hero transcurre en un mundo en el que algunos humanos desarrollan superpoderes. Quienes deciden tomar partido por el bando de la justicia y el orden son proclamados «héroes» y quienes deciden usarlo al margen de la ley son llamados «demonios». Chiaki, un huérfano desempleado con dos hermanos pequeños a su cargo, ve, en el tren que le conduce a una importante entrevista de trabajo, a un tipo de mediana edad manoseando por debajo de la falda a una chica joven. Su sentido del deber le exige intervenir y salvar a la chica, pero si lo hace, llegará tarde a su cita y tal vez sus hermanitos se queden sin comer. Desgarrado entre estos dos extremos, finalmente Chiaki separa al viejo verde de la chica y se encara con él.

Pero las cosas no son lo que parecen.

Resulta que el pervertido, Hyōichirō Tadano, trabaja para la División de Seguridad de la Agencia Nacional de Policía. Y la chica joven es su novia, que se pone muy marrana con los juegos de rol, sobre todo en público. Eso es exactamente lo que estaban haciendo en el tren cuando Chiaki los separó, le explica Tadano en el andén en el que se apearon (y se lo explica sin dejar de manosear el potorro de su novia): jugar al salidorro de tren y la indefensa víctima. Cuando Chiaki le reprocha a Tadano que ha perdido la entrevista de trabajo por su culpa, el policía intenta arreglarlo por teléfono (sin dejar de sobar el chumino de su novia con la mano libre) y, cuando eso no funciona, le ofrece a Chiaki un empleo, impresionado por su capacidad de observación (al parecer, nunca nadie antes había fichado a estos dos marranos haciendo el gocho en lugares públicos), su sentido de la justicia y su valor: trabajar para él en una misión de infiltración en una banda de «demonios». Un trabajo de un millón de yen al mes.
El autor parece obsesionado con cierta parte de la antomía femenina.

Aunque Chiaki no las tiene todas consigo (Tadano no ha dejado de magrear el chivo a su novia mientras le hacía la proposición de trabajo, EN MEDIO DE UN PUTO RESTAURANTE; ¿quién aceptaría un trabajo de un tío así?), su desesperada situación económica decide a nuestro apurado protagonista a, finalmente, aceptar el curro. Tadano le encomienda infiltrarse en una banda de supervillanos, reunir pruebas contra ellos e identificar a su líder. Para lograrlo, le proporciona una maleta con un disfraz, documentos falsos y una biografía ficticia (lo que en el argot policial se llama una «historia»). De camino a su objetivo, Chiaki abre la maleta y ¿PEROQUÉCOJONES? está llena de ropa de mujer, maquillaje y una peluca, y la «historia» de una tal Amane Chirasawa, una chica con el aspecto de una adolescente de unos catorce años o así que ha llegado a Tokyo pensando en hacer carrera como idol.

Y... resulta que Tadano la ha liado parda con la maleta y le ha dado a Chiaki la que era para su novia (otro juego de rol) y a ella la que debía entregar a Chiaki. Y, como el contenido de la maleta estaba destinado a su novia, Tadano también incluyó una especie de novela porno de antecedentes para ella. Cosas como que Amane aprendió a hacer delicias francesas con la boca y cosas así. Y ésas son las únicas directrices que Chiaki tiene para su misión. Así que ahora Chiaki, travestido, tiene que usar sus «encantos FEMENINOS» durante su misión de infiltración en una banda de peligrosos criminales que le matarán sin dudarlo si descubren el engaño.
Hunter Schafer vibes.

Imagínate luchar por tu supervivencia, rodeado de delincuentes, mientras procuras que no se te note el bulto del carallo.

Imagínate la escalada de tensión cuando uno de tus compañeros criminales, avanzada ya la historia de RaW Hero, uno, conviene dejarlo claro, que se ha enamorado de ti, descubre que tienes pichica... y que, repuesto de la sorpresa, decida que eso no le importa, porque el amor es el amor.


Y ahora imagínate que Tuxedo Pink, una heroína un poco turbia miembro del equipo Miau Miau Pussyrangers (que no, que no es chufla, que se llaman así), se encoña de tu personaje travestido. Precisamente porque eres un hombre disfrazado de mujer, y eso la pone tan caliente que está ansiosa por desvirgarte. Y no le importa demasiado lo que tú opines al respecto.

Pues eso, con mucho humor whatthefuckístico, un montón de topless y primeros planos de bragas abultadas (a veces abultadas por un cipote), un dibujo simplemente precioso, y MUCHO MÁS, es RaW Hero.

«Me he puesto un poco cachondo, Sommer. Y te odio por ello».

Jejejejé.

Junji Itō es considerado el maestro del terror japonés. No sé quién exactamente le concedió ese título ni hasta qué punto es merecido, y no importa realmente. Podríamos citar casi cualquiera de sus obras en esta lista de manga radiactivo, Tomie, Gyo, Black Paradox... pero nos vamos a centrar en Uzumaki.

うずまき / Uzumaki / Espiral explora la historia de Kurōzu, un pequeño pueblo costero japonés en el que pasan cosas realmente MECAGOENDIOSQUÉESESTO relacionadas con espirales. Kirie Goshima y su novio Suichi Saito son quizá los primeros vecinos de Kurōzu que se dan cuenta de que algo va realmente mal en el pueblo. Sueñan incluso con irse de él. Cuando el padre de Shuichi, un hombre que ha desarrollado una obsesión demente hacia las espirales, muere de una manera MECAGOENDIOSQUÉESESTO, ya es imposible seguir ignorando la evidencia: Kurōzu está, de alguna manera, maldito, y los fenómenos paranormales relacionados con espirales empiezan a mutiplicarse.

Leer Uzumaki es una experiencia equivalente a fumar basuco mutante de Loquillostán. El dibujo de Itō es precioso, pero sus viñetas son absolutamente perturbadoras y sus historias simple y llanamente pesadillescas, pero no exentas de fascinante atractivo. Como el de un accidente de coche que ves venir con segundos de anticipación.

Léelo bajo tu responsabilidad, querido lector.

«Estás puto enfermo de la cabeza, Sommer».

Lo sé. Y a veces casi pienso que hasta podría ser un problema, créeme.

Vamos a bajar un poco el tono: すんドめ / Sundome / (que literalmente alude a la acción y efecto de parar la estimulación antes de correrte. No creo que tengamos una palabra en español para esto), de Okada Kazuto, es una historia de amor perversa en la que Hideo Aiba intenta ganarse el corazón de Kurumi Sahana, una chica misteriosa y de aspecto enfermizo a la que le encanta poner cachondo a Aiba pero no le permite tocarla.
Jamás creí que moriría así, pero aún no he perdido la esperanza.

Aiba es miembro del Roman Club (aparentemente «Roman» de «Romántico», no de «romano»), un grupo escolar interesado en el ocultismo y compuesto por menos de media docena de lúsers vírgenes como él. Este club, fundado hace generaciones, garantiza el éxito profesional de sus miembros, una vez concluyan la educación secundaria, siempre y cuando se mantengan vírgenes, norma a la cual los «fundadores», que someten a los miembros en activo a una discreta pero incansable vigilancia, exigen adhesión absoluta.

Requisito que parecía extraordinariamente sencillo para estos inadaptados frikis y empollones gafotas meapilas (uno está obsesionado con los ovnis, otro con las muñecas, otro con los culos... sin importar el sexo biológico del dueño de ese culo) hasta que Kurumi se sumó al club y trajo con ella a la temperamental, expansiva, pesetera, pero en el fondo dulce y sensible, ah, y se nos olvidaba, casquivana, gyaru Kyōko («¡Te has empalmado mirándome las tetas! ¡Dame mil yen!»).

Explorar hospitales abandonados, túneles malditos y bosques considerados embrujados mientras respetas las normas del Roman Club, esquivas las provocaciones de Kyōko y tratas de adherirte a las caprichosas prohibiciones de Sahana («ahora te dejo masturbarte, ahora no, ahora te enseño las bragas, pero no me toques, ahora puedes hacerte una gayola, pero como te salga aunque sólo sea una gotita, hemos terminado, ahora puedes tocarme la parrocha, pero sólo con un dedo y por encima del pantalón, ahora me meo encima de ti; disfrútalo, pervertido») a pesar de que te pasas el día empalmado como un cable eléctrico en una casa okupada, no sólo convierte la vida de Aiba en una tortura constante (que el muy masoca disfruta como un perro), sino que da lugar a situaciones de humor delirante, con su mucho de picardía, que no he visto en otros manga. Jamás.

Ha habido viñetas, páginas, y capítulos enteros de Sundome, con los que me reí tanto que me lo hice todo encima.

Ahora es tu turno, amado lector.

«Espera, espera, no tan rápido. Me sigo lavando los ojos con jabón desde Bakemono Recchan y poniendo hielo en el pito desde RaW Hero».

ジャガーン / Jagān / (No hay traducción conocida), de Muneyuki Kaneshiro y Kensuke Nishida, recoge las bizarras aventuras de Shintarō Jagasaki, un policía de proximidad que odia su trabajo, odia la perspectiva de un futuro anodino y una vida familiar rutinaria con su novia.

Jagasaki tendrá que replantearse sus escrúpulos cuando, después de una misteriosa lluvia de ranas, se encuentra al primer monstruo asesino de los muchos que se van a empezar a multiplicar a su alrededor y, también, descubre que, de repente, puede disparar rayos mágicos con los dedos de su mano derecha, como Maese Buppanatsu, la berenjena que es la mascota de su ciudad.

«Sommer, tengo tres palabras para ti:»

«
What»

«
the»

«
fuck?»


Ah, espera, que todavía no hemos llegado a la parte en la que un búho parlante le explica a Jagasaki que las ranas que llovieron la víspera en la ciudad son «Xenópatas Locos» que parasitan a los seres humanos, se fusionan con ellos y los convierten en «humanos fracturados» que acaban perdiendo la consciencia de sí mismos y transformándose en monstruos que reflejan sus deseos ocultos.

«WHATTHEFUCKMAN?»

Y ahora es misión de
Jagasaki buscar y destruir a esos humanos fracturados antes de que hagan una catastrofía.

Lo que se convierte en un pequeño problema cuando una de esas ranas infecta a su propia novia.

«WHAT·THE·JESUS·CHRIST·IN·HEAVEN·AND·HOLY·MARY·OF·THE·BLOODY·LORD·IN·CHAINS·FUCKING·DUDE? ¿Seguro que esta serie no la ha escrito el enfermo de Junji Itō?»

Sí. Seguro.

«Empiezas a preocuparme, Sommer».

¿Ah, sí, copito de nieve? Pues ahora te jodes:

血を這う亡国の王女 / Chi o hau bōkoku no ōjo / Princesa del Reino Exiliado cubierta de sangre, de Yuki Azuma, es uno de los manga más indigestos que han dejado su huella entre los redactores del Paratroopers. Chi o hau bōkoku no ōjo es la historia de venganza de Evita (literal), la princesa de Batalia, un pequeño país que ha sido invadido, conquistado y devastado por los ejércitos de Hari, un reino vecino.

Violada, torturada y maltratada, Evita, la última superviviente de su dinastía, acaba vendida a un burdel en el que los mismos soldados que masacraron a su familia, esclavizaron a su pueblo, saquearon su nación e incendiaron su hogar, acuden para agravar su indefensión descargándose sus inmundos cojones en las indefensas cavidades de la princesa cautiva.

O quizá no tan indefensas.

Evita no es una simple víctima. Evita no es una florecilla. No se ha sometido, a pesar de que le convenga que sus captores lo crean. El corazón de Evita arde sin consumirse con las negras llamas del odio hacia los enemigos de su país y los asesinos de su familia, y con las últimas palabras de su madre: «¡vive!»

El dibujo de Chi o hau bōkoku no ōjo es un camaleón voluble. Precioso la mayor parte del tiempo, siniestro en algunas de las viñetas más crudas. Sorprendente siempre. Los extremos de dulzura, candor gazmoño y sadismo delirante de los que es capaz Evita se reflejan en las mutaciones del trazo del autor. Este manga extremo nos transporta de lo bello a lo grotesco en la misma página. Vemos a Evita, transmutada por el rencor, arrancar la pirola a un putero con un par de tenazas y erigirse en general y emperatriz de un ejército de prostitutas ávidas de sangre. Enferma de odio y lacerada por los abusos sufridos, Evita no sólo ha reclutado y entrenado aliados y planeado una fuga, sino que va a cometer una masacre, lo más grande posible, para materializarla.

«Tengo miedo, Sommer»

«Creo que voy a rezar por primera vez en mi vida».

«Ayúdame, Dios mío».



He visto pocos manga que se muevan con tanta comodidad entre el horror y la belleza. Pocos capaces de conmover y espantar al lector en la misma proporción. Chi o hau bōkoku no ōjo no te da descanso. Te agarra por los cojones y no te suelta. Y le pides que apriete. Y cuando te aprieta, le pides que apriete todavía más. Cualquier cosa menos soltarte. Porque estás mesmerizado por la historia, por la siniestra, decidida y rota protagonista, por sus repugnantes y casi inhumanos enemigos. Quieres ver cómo se desarrolla su venganza. Quieres verla triunfar. Como cuando veías un nuevo capítulo de Dexter, sientes que esta asesina en serie te ha conquistado y quieres verla salirse con la suya. Porque quieres que Evita, que ha sufrido lo indecible, obtenga la justicia que merece y la oportunidad de volver a vivir como un ser humano. Y sientes que el precio que tenga que pagar para lograrlo no te parece demasiado elevado.

«Creo que voy a vomitar».

«Para, Sommer».

«Te lo suplico».

«Para ya».

«Haré lo que me pidas, pero para ya».


Te jodes mucho:

ヴァルハラ・オチンチン館 / Vu-aruhara ochinchin-kan / Salón pene Valhalla, de Gurashi y Yuhito. Shota Iijima es un pajero incurable y está obsesionado con las mujeres de las historias de fantasía. Cuando alcanza la gayola número 1 000 es transferido a otro mundo (sí, esto es otro isekai) donde será vendido como esclavo a un burdel, donde hará de puto para toda clase de hembras ganosas aprovechando el privilegiado tamaño de su vergajo y su casi inagotable capacidad eyaculatoria.

«Te odio, Sommer».

だれでも抱けるキミが好き / Dare demo Idakeru Kimi ga Daisuki / Me gustas tú, la que se acuesta con todos, de Takeda Súper (obviamente un alias): la desopilante y enfermiza historia de amor entre Agawa, la esterotipada gyaru de instituto, que, para diferenciarla de nuestra amada Kitagawa, es una golfona y folla como una perraca cada vez que se le presenta la oportunidad, y Gotō, el típico repollo asocial, y encima virgen, el muy cabrito, locamente enamorado de ella. El pobre Gotō creía genuinamente que le gustaba a Agawa («¡es que es tan amable conmigo...!», ¡ah, cuantos corazones de hombre ha roto la gentileza femenina!), pero se siente decepcionado, y un poco sucio, cuando comprueba que lo que le gusta a Agawa, más que Gotō, es coleccionar kilómetros de picha.

Ahora bien, cuando eres un estudiante de secundaria, vas muy salidillo por todas esas hormonas adolescentes, y te llamas Gotō, ¿cómo coño conquistas, si tal cosa es posible a una guarra?

¿A dónde estarás dispuesto a llegar para no «perderla»?

¿Intentarás salvarla de sí misma? ¿Te permitirá ella que la salves? ¿Lo necesita? ¿Tienes derecho siquiera a pensar que está «perdida»?

¿Intentarás aprender a sentirte cómodo en su mundo de sexo mecánico y sin emociones, para al menos tener algo que compartir con ella, aunque así incurras en el riesgo de dejar morir tu amor por ella y acabar transformado en alguien a quien no reconocerás ni respetarás?

Imagínate estar muy enamorado de una persona.

Y que esa persona te diga que de sentimientos nada. Que si quieres follar, vale. Pero que no te atribuyas exclusividad, que a ella lo que le gusta es darle gusto a su cuerpo, Macarena, contigo y con quien se tercie.

¿Qué harías tú en ese caso, querido lector?


«¡TE ODIOOOOOOOOO!»

ネトリヴェンジ / Ntrevenge / (traducir este título, «revenge», «venganza» aparte, implica saber que NTR es la abreviatura de la palabra japonesa «netorare», que categoriza un subgénero del manga hentai que gira en torno a la infidelidad, la traición y los cornudos. A partir de ahí, tus neologismos son tan buenos como los nuestros, amado lector), de Kisen y Masai, es un seinen manga creado por enfermos, protagonizado por enfermos y dirigido a enfermos. Sōichi Sakuraba, el protagonismo, es un adolescente tímido y acomplejado brutalmente maltratado por sus compañeros de clase. Sakuraba lo soporta como puede hasta que esos mismos cabrones deciden subir las apuestas y violan a su amiga de la infancia, Azusa Hayami, haciéndole creer a la pobre chica que ha sido el propio Sōichi el que le ha tendido la emboscada.

Enloquecido de odio y desesperación, Sōichi hace un contrato con el súcubo Asmode, que le ofrece las herramientas para vengarse.

Y vaya si se venga, el muy bastardo. 

Con la ayuda del súcubo, Sōichi secuestra, tortura, lava el cerebro y viola a algunas de sus maltratadoras y a las novias de sus abusadores. Las convierte, por si no lo has pillado a la primera, oh delicado lector, sensible a los derechos de las mujeres, en sumisos y devotos cubos de lefa completamente doblegados a su voluntad.

Como en el experimento de la cárcel de Stanford conducido por Philip Zimbardo, las prisioneras se van volviendo una tras otra contra sus compañeras. Porque estar del lado del carcelero es siempre mejor que estar del lado de la víctima, ¿verdad? Privadas de libertad, de alimento, agua y comunicación con el exterior, acaban convenciéndose a sí mismas no ya de que abrirse de piernas para el sádico Sakuraba es un pequeño precio a pagar a cambio de compartir con él una fracción de su poder (su poder para hacer miserables las vidas de otros, su poder para atormentar a las secuestradas), sino de que, en realidad, toda la vida han estado deseando convertirse en sus zorras y agradecen haber tenido la oportunidad de dejar de engañarse a sí mismas al respecto.
(Una de las más reconocibles características del netorare, claro).

El escarnio de la dignidad humana y la atroz manipulación psicológica de las víctimas impide a NTRevenge ser plato para todos los estómagos. Eso seguro. La denuncia del abuso escolar y la inmunidad legal de los menores en Japón se pierde en el espectáculo de decadencia moral y espiral delictiva que abraza Sakuraba en su viaje de venganza, que te hacen realmente indigesta la lectur...

«¡AAAAAAAAAAAAAAH! ¡BASTA! ¡BASTA! ¡BASTAAAAAAA! ¡BEBERÉ KATSUGEN, COMERÉ ANDONG JJIMDAK, COMERÉ POLLO KUNG PAO, BEBERÉ MEADOS DE GITANO, COMERÉ MIERDA, COMERÉ LO QUE TU QUIERAS PERO PARA YA PARA YA PARA YAAAAAAAAA!».

Jejejejejejejejé.

Je.

Je.