viernes, 2 de diciembre de 2022

«¿Me puedo ir ya?»: la tlagedia del yogulado

Mi relación con los estudios de cine, grandes, pequeños y mediopensionistas, empieza a parecerse al de una mujer maltratada con su victimario: cada vez que me revienta los morros de una hostia me digo a mí mismo que, con un poco de suerte, será la última vez. Que va a cambiar. Que lo está intentando. Que sólo tengo que seguir dándole amor y tener un poco de paciencia.

(¿Soy el único que ha sentido esa conmoción en la fuerza, como si millones de aliades turbofeministas gritasen de agonía antes de desaparecer?).


Acabo de ver The Woman King, muy, pero que MUY libremente inspirada por Amazons of Black Sparta: The Women Warriors of Dahomey, de Stanley B. Alpern.

Ya, ya. Es que no aprendo.

Me gusta una peli de amazonas como al que más, pero joooooooder. The woman King es una experiencia yogulado:
Ya sabes, «tengo altículos plohibidos de lugales en los que el homble no osa aventulalse».

Déjame que te explique algunas de las cosas que no funcionan en esta película, amado lector:

El título. The Woman King. Joder. Si tan sólo hubiese una palabra en inglés para denominar a una mujer dotada de poder soberanos. Algo como She-king. Kingess. Vamos, en español «reinesa», «reiniz», no ese cobarde «La mujer rey» que le han puesto al traducirlo. ¿Dónde ha quedado la perspectiva de género del traductor? Además, ¿por qué estamos dando por sentado que dicha Woman King se identifica con el género femenino? ¿Estamos seguros de que no podría ser «Lo mujero reino» o «Le mujere reine»?

Eso es malo.

¿Por qué las agojie luchan como una Viuda Negra de Hacendado? Y, por cien mil millonésima vez, ¿de verdad puede una señora de cincuenta kilos máximo tumbar de una hostia a un bestiajo de doce arrobas? Nadie me lo ha demostrado aún y sospecho que las leyes de la física tienen algo que decir al respecto.

Esto es fantasía, señores. Punto.

Los personajes africanos hablan inglés con acento africano impostado. Es más o menos el mismo fenómeno diglósico de Black Panther. Bueno, no, en realidad es más, porque suena forzado y chirría. No recuerdo a los actores negros de Raíces  impostando acentos africanos, pero es cierto que ya voy viejuno y puede que me falle la memoria.

Eso es malo. Ambas cosas lo son.

Hay algo en el peinado afro del rey Ghezo que me da cien patadas y no consigo decidir qué. ¿Será que me recuerda al anuncio de Soul Glo de El príncipe de Zamunda?

Eso es malo. Pero podría ser cosa mía.

¿Aceite de palma? ¿Sony me está intentando vender la historia de Dahomey desde una óptica maniquea, la del reino depositario de todas las virtudes morales opuesto a la perversidad de sus indecentes, salvajes y corruptos vecinos? Lo pregunto porque el reino de Dahomey basaba su economía en la trata de negros. La trata de ne-GROS. Los reyes de Dahomey hacían la guerra a las otras tribus, mataban a dos carrillos, ponían a trabajar a los prisioneros en sus plantaciones, cuando no los mataban a docenas para celebrar el año nuevo, y vendían sus excedentes de esclavos a los negreros europeos a cambio de alcohol, pólvora, tabaco, paño y mosquetes. Y las agojie eran sus fuerzas de choque.

Eso es malo.

Las auténticas amazonas de Dahomey.

Los reyes de Dahomey, reino al que los historiadores no llaman «la Esparta africana» por capricho (y no, no es un cumplido; ¡lee un puto libro!), fueron decisivos en la exportación, permítaseme el humor negro, de esclavos hacia las colonias europeas al menos desde los años 80 del siglo XVII. Sólo abandonaron su principal fuente de ingresos en 1852, después de AÑOS de presiones por parte del Imperio Británico, que tenían las razones menos altruistas del mundo para poner fin a la esclavitud. Fue a partir de 1852 que Dahomey lo intentó con el aceite de palma, y les fue tan rematadamente mal (había menos demanda de aceite de palma que de mano de obra esclava) que en seguida volvieron a la trata.

Eso es malo. Muy muy malo. La esclavitud, caca. Retratar al rey de Dahomey como un precursor del movimiento abolicionista, doble caca. Diarreica.

Ya sé que una película no es, no pretende, no tiene por qué ser una lección de historia, pero, jo-der. Y luego me sacas a la directora en la Hollywood Reporter diciendo "We’re going to tell the truth. We’re not going to shy away from anything. But also we’re telling a part of the story which is about overcoming and fighting for what’s right", que te traduzco del woke al castellano: «Vamos a decir la verdad. No vamos a escurrir el bulto por nada. Pero al mismo tiempo vamos a mentir como bellacos porque es mejor colocarnos en la posición moral correcta que ser factualmente precisos», y así legitimamos a todos los impostores sólo porque el mensaje que nos transmiten es éticamente correcto, o lo parece.

Esa pretendida superioridad moral que legitima un trabajo anémico o falaz es pésima.

¿Puede por favor darle alguien a Lashana Lynch un papel que no sea de «strong female character»? Lo digo porque entre su 007 con peluca de No time to die y la Capitana Marvel de Hacendado de Doctor Strange en el chochoverso de la loquicia le estoy cogiendo a la pobre mujer una manía que no es ni medio normal. Y lo peor de todo es que no es culpa suya.

Es malo que le esté cogiendo manía por los horribles papeles que le escriben. Es bueno que no sea culpa suya, que la pobre señora de algo tiene que vivir, y mejor actriz que meterse en política.

Media hora de película y no está pasando nada. Mujeres hablando, mujeres hablando, Amanda Wal... digo Viola Davis cabreada, mujeres hablando, bla, bla, bla. Seguro que esta peli pasa el test de Bechdel, pero, joder, qué pachorra. Y sí, sé que Viola Davis se ha preparado como una fiera para el papel, pero, joder… que no, lo siento, que no lo veo. Que no compro. Que esto es narcotizante.

¡Y eso que las agojie tienen una pintaza! ¡Y Viola Davis la que más!


¿Qué? ¿El personaje de Nawi no quiere ser entregada a un marido, sino ser soldado? Bueno, vale; aceptamos barco, pero este feminismo forzado me produce disonancia. No mucha. Sólo una pizca.

Joder, Riley, cada día me pones más verr... ah, cierto, que estaba viendo una peli y eso. A ver, deja que compruebe si ya están pasado cosas... Nope.

Disculpa, ¿«El hombre blanco ha traído la inmoralidad. No se detendrán hasta esclavizar toda África»? Es más que dudoso que hubiese llegado a existir la trata de negros si los reyezuelos mierdecillas de África no se hiciesen la guerra los unos a los otros para secuestrar y vender como esclavos a sus vecinos, normalmente a otras tribus gobernadas por otros reyezuelos mierdecillas, algo que ya hemos expuesto más arriba. Los esclavistas blancos sólo explotaron y ampliaron un mercado que ya existía (lo cual, obviamente está muy lejos de suponer una justificación, pero si eres lo bastante gilipollas como para necesitar que te lo explique, estás leyendo la bitácora equivocada), y reventaron los precios, porque, claro, pagaban mejor. Por otra parte, ¿nacionalismo africano? ¿Pero qué me estás contáiner?

A ver, yo no estoy enterado de los rituales y pruebas que las agojie debían superar, aunque esto de las espinas se parece a la clase de putadas que Shaka hacía a sus guerreros para endurecerlos, así que me cuadra. Pero toda la escena, que supongo que pretende ser épica, se parece demasiado al inicio de Wonder Woman 1984, sólo que resumido para tontos.

Eso es malo.

Y además, siendo las unas la obvia inspiración de las otras, los berridos y marcialidad impostada de estas agojie parecen tan artificiales comparadas con las dora milaje de Black Panther que casi se convierten en una parodia de ellas.

Auténticas amazonas negras.


De nuevo mujeres hablando, mujeres hablando, bla, bla, bla, bla, mujeres hablando, bla, bla, test de Bechdel passed. Again.

Los malvados blancos cisgénero y heteropatriarcales quieren seguir con el comercio de esclavos, bla, bla, bla, colonialismo, masculinidad tóxica, Black Lives Matters, bla, bla, estoy casi empezando a arrepentirme de haber nacido blanco, libre, varón, heterosexual (al menos hasta que Henry Cavill me declare su amor eterno), europeo, que no, que es coña. A mí no me manipulas, Hollywood, bla bla bla, más propaganda woke, bla, bla, bla.

¿«No es suficiente con ser la mejor»? Vaya. ¿Deberíamos sentarnos un minuto a hablar de feminidad tóxica? Nah. Me da pereza.

Eso es malo. Estoy viendo una película que me está interesando un huevo. Eso es malo. ¿Película incapaz de retener mi atención? Muuuuuuuuuy malo.

¿Por qué sigo (más o menos) viendo esto (a ratos)? Mujeres hablando, mujeres hablan... aaah, qué pereza. Déjame fastforwardear hasta que pase algo interesan... ¿explosiones? Compro. Bueno, obviamente Sony tampoco ha contratado asesores militares para esta película y el guionista cree que la única estrategia militar posible es cargar a pie hacia el enemigo como lemmings altamente cafeinados. Un enemigo provisto de mosquetes al que acometen unas mujeres armadas sólo con lanzas y machetes y que, en virtud de la magia del cine, no mueren todas en los primeros cuarenta segundos de combate.

Es bueno que no mueran. Aquí no queremos que muera nadie. Es malo que la escena esté tan torpemente rodada.

Ah, mira, eso de cortar el tendón de Aquiles de un enemigo sí que tiene sentido. Y además debe de doler de cojones. Fantasmagorías como la señalada más arriba aparte, lo cierto es que la batalla contra los oyo (así, sin hache) no está del todo mal, cinematográficamente hablando. Funciona como espectáculo visual.

Eso es bueno.

Los malos de la peli son putos estereotipos y encima están mal o insuficientemente desarrollados. Y los personajes protagonistas son tan planos, líquidos y etéreos que en cuanto empiezan a morir nos quedamos con cara de vaca viendo pasar la vida.

Ah, claro, el subtexto de golpear al esclavista en la cara con unas cadenas. Lo pillo, Gina Prince-Bythewood. ¿Lo ves? No soy tan espeso. Pero... espera un momento. Si Amanda Wall... o sea Nanica salió del palacio del rey sola. ¿De dónde coño se ha sacado a todas esas agojie que la acompañan en el asalto final a los oyo? ¿Me he perdido algo mientras daba cabezadas?

Eso es malo. Dar cabezadas mientras ves una peli, digo.

50 millones de presupuesto estimado, gastos promocionales aparte. 92 de recaudación en todo el mundo. O sea, un fracaso en toda regla. Y ya me jode. No sé si la culpa es mía por esperar más de la directora de La vieja guardia (que no deja de ser un rip-off de Los inmortales a partir del cómic de Greg Rucka y Leandro Fernández). A ver, La mujer rey no está mal. Es innecesariamente lenta, pero no está mal. Es una aburrida falsificación histórica al servicio de un dogma falaz de social justice warrior californiano, blanco y políticamente correcto, pero en los momentos en los que no aparecen en pantalla mujeres hablando y hablando ni tratan de venderte el maldito programa político antirracista, anticolonialista, antimachista y antiloquesea no es aburrida del todo y apunta maneras.

(También Braveheart es una bomba-lapa pagada a los bajos de la historia de Escocia, pero al menos es entretenida y tiene momentos de pure epic).

Me jode, pero quizá la culpa sea mía por esperar algo mejor.

By the way, ¿por qué coño se titula The Woman King cuando no hay ningún personaje protagónico que sea una Woman King y hasta la esposa guapetona del rey, que apunta maneras de mala víbora, tiene cero protagonismo en la trama? Ah, que se lo dicen a Amanda Waller en la escena final. Pero... ¿entonces el rey Ghezo está renunciando a su soberanía para entregársela o compartirla con Nanisca? ¿O la está tomando como esposa de repuesto? No entiendo nada.

En serio, Hollywood, ¿qué coño intentas hacerme? Porque no está funcionando. Ni siquiera sé por qué le he dado tanto espacio a The Woman King.

Estos días también me he visto Black Adam.

A ver, ésta no me ha cabreado tanto (a ratos), pero es otra experiencia yogulado.

No es que la película sea mala, pero tampoco buena. «Puede elegil el sabol que guste».

No es que la película sea buena, pero tampoco mala. «El yogulado contiene alomatizante altificial».

Es la mejor película DCU que ha salido desde Shazam! y la El escuadrón suicida de James Gunn.

Pero eso no es necesariamente bueno, porque está compitiendo con esa desganada apología de la violación que es WW 1984, los dos horripilantes cortes de la Justice League y Aves de presa (y la fantabulosa emancipación de Harley Quinn). El promedio de la producción cinematográfica del DCU es tan penoso que incluso una película extraordinariamente imperfecta como Black Adam basta para elevarlo.

Black Adam es divertida, que es más de lo que puedo decir de The Woman King.

Eso es bueno.

Black Adam empieza con voice-over explicándonos lo que estamos viendo en pantalla, como si el director nos tomase por gilipollas.

Eso es malo.

Dwayne The Rock Johnson está colosal como Black Adam.

Eso es bueno.

La presentación del personaje se nos ofrece a través de flashbacks.

Eso es malo.

La actitud de antihéroe destroyer y pelín soberbio de El Hombre de Negro está calcada a la de los cómics.

Eso es bueno.

Pero los personajes, que presuntamente viven en un país de Oriente Medio, dan grimilla hablando ese inglés con impostado acento árabe (pecado que comparte con La mujer rey).

La historia va, una vez más, de «objeto megapoderoso que si los malos lo consiguen, nos arruinan el día».

Eso es malo. Trillado. Tedioooooosoooo. Black Adam tiene una historia pueril y simplista, predecible, llena de «ideas felices», rupturas de ritmo caprichosas e incongruencias de guion. ¿El Doctor Fate descubre que el niño cabronías tiene la Corona de Sabbac y, en vez de quitársela en el acto, permite que huya con ella? Pregunta retórica: ¿tiene eso algún puto sentido? Y el flagrante Red Herring de la verdadera identidad de Teth Adam es tan obvio que cuando nos revelan el secreto nadie, absolutamente nadie se sorprende.

La elección de la banda sonora da por momentos un ascazo que te cagas (Paint it, black de los Stones para la escena de la primera batalla, ¿en serio? La música del duelo final de El bueno, el feo y el malo para esa escena con los mercenarios de Intergang; ¿me lo dices o me lo cuentas? ¿Power de Kanye West cuando asaltan la mina? Venga, hombre, ¿quién es el responsable de este despropósito? Que se pase por mi despacho, que tengo una cosilla o dos que decirle) y, encima, hay demasiada cámara lenta Snyder-style, que ya es de por sí pecado mortal, y una fotografía excesivamente infrasaturada, no tanto como le gusta a Zack Snyder pero que le da a todo el film aspecto de escena de transición de videojuego de PS4.

Eso también es malo. Malo de toda maldad.

La introducción de la JSA mola bastante, pero su composición y los poderes de sus personajes no están a la altura de lo que sabemos a través de los cómics. ¿Un «metahumano de clase A», o sea, un personaje con poderes tipo Supermán y me llevas a la misión a dos pisaverdes como Atom Smasher y Cyclone, y encima a Atom Smasher me lo usas de comic relief? ¿No estaban disponibles los miembros tochos de la JSA como el The Flash original, el Green Lantern de Alan Scott, Wildcat, Mr. Terrific o Black Canary? (sin mencionar a los pesos pesados de las Edades de Oro y Plata, como Wonder Woman, Supermán, Batman; que entendemos que no están en la presente formación para no apoderarse de la película y, también, por temas de derechos y presupuesto). ¿Y qué decir de Hawkman, que en esta película está poco menos que sin pilas? ¿Y los poderes de Cyclone cuálos son? ¿Hacer vientecillos de colorines? ¿Tormenta de La Patrulla X es más poderosa que esta chica? ¿En serio?

Nope. Su color de piel no es el problema de este personaje.


Aún no sé si eso es bueno o malo, pero me preocupa lo barata que luce esta JSA teniendo en el grupo al puto Hawkman y al Dr. Fate.

El malo de la película, ese Simón Bolivar Kahndaquiano de Aliexpress que quiere hacerse con la corona de Sabbac para convertirse en un supercabrón y tiranizar a su pueblo, es tan genérico y asquerosillo que no inspira suspense alguno.

Eso es malo. Muy, muy malo.

La mayor parte de la película se pasa con la JSA intentando convencer a Black Adam de que renuncie a sus poderes y se entregue. E intentan convencerlo a golpes, antes de que Adam haga nada que remotamente pueda interpretarse como una amenaza. O sea, la JSA se comporta en Black Adam como una banda de matones de tres al cuarto a quienes silban y abuchean cuando se dejan caer por Kahndaq, en parte porque se llaman la Sociedad de la Justicia pero han permitido que Kahndaq se convierta en un estado fallido sometido por bandas de mercenarios y por el crimen organizado.

Narrativamente hablando hay un límite al número de veces que puedes ver a Hawkman dándole de hostias a Black Adam, sin hacerle ni un rasguño, antes de empezar a tener la sensación de que la película está dando vueltas en círculos como si tuviese miedo de llegar a alguna parte o como si los productores le hubiesen exigido al director un metraje mínimo de dos horas.

Eso es malo.

El malo mediahostia se sienta en el trono histórico de Kahndaq y aparecen zombis en las calles de la ciudad.

¿Mande?

¿Zombis? ¿En 2022? ¿Es que van a ponerse de moda otra vez? ¿Era eso lo que se suponía que iba a pasar si el malo conseguía la corona de Sabbac? Porque no es lo que él dijo que iba a pasar. ¿El guionista de esta película lee lo que escribe o se le ha caído media película en la sala de montaje?

Henry Cavill reaparece como Supermán en la escena post-créditos. Y le acompaña la fanfarria de John Williams.

Eso es muy, muy, pero que muy bueno. Requetebueno.

Requetebueno que está, el muy cabrito.

Pero es un guiño al espectador. No acentúa las virtudes de Black Adam, que las tiene, ni minimiza sus vicios, que los tiene, y no pocos. Para que entiendas lo que quiero decirte, querido lector: una película como Shazam!, con su tono de comedia ligera y su Supermán post-créditos decapitado (la entonces dirección de WB aún tenía a Henry Cavill debajo de un diente y no quisieron ni oír hablar de volver a meterlo en el traje del Último Hijo de Kryptón), supera por tres cuerpos a Black Adam en todo lo que funciona en Black Adam y minimiza o carece de la mayoría de sus vicios.

Supongo que lo quiero decir es que me he visto Black Adam con una indiferencia que no se merece el personaje. En ningún momento he sentido gustirrinín. No me he emocionado. No he temido por los personajes. Jamás, como espectador, se ma ha pasado por la cabeza que el villano de corchopán de la peli tuviese posibilidades de ganar, porque Black Adam no transmite correctamente lo que debe transmitir una buena historia: qué está en juego, por qué debería importarnos, qué pasará si los malos ganan, por qué deberíamos encariñarnos con los personajes, cuál es su motivación para seguir adelante. Black Adam aparece, suena una alarma en la sede de la Justice Society y dos de sus pesos pesados y dos becarios fabulosamente inútiles que no hacen absolutamente nada decisivo durante la misión, van a arrestarlo y meterlo en una prisión para supervillanos porque es demasiado peligroso para estar suelto. Le comen el tarro para que se entregue y luego tienen que soltarlo porque, a causa de su extraordinaria ineptitud, queda libre una mala bestia aún más peligrosa que El Hombre de Negro a la que la JSA tampoco puede parar.

Pues menudo día de trabajo para la Justice Society of America. ¿El resto de sus componentes son así de inútiles o qué?

Black Adam decepcionado por la poca calidad de sus antagonistas.


A ver, con un presupuesto (estimado, que las productoras son cada vez más reacias a proporcionar esta información) de 200 millones y una recaudación mundial, en el momento en que escribo esto, de 378 millones y comiéndole los cojones a Black Panther: Wakanda Forever, que costó aproximadamente lo mismo y ya va casi por los 700 millones, no se puede decir, técnicamente que Black Adam sea un éxito contable. Aquí te hemos expuesto algunas de las razones por las cuales entendemos que la película cojea. No se arrastra. No agoniza. Pero funciona muy por debajo de las expectativas creadas. ¿Y si hubiese tenido otro enfoque, otra trama, una historia un poco más congruente? Ya puestos, ¿por qué los superhéroes del DCU siempre tienen que salvar el mundo de una hecatombe? Esta gente lidia con un enemigo estilo Thanos casi en cada película y todos esos pseudo-Thanos dan vergüenza ajena. ¿Se habría beneficiado Black Adam de una perspectiva un poco más local (como Teth Adam intentando liberar Kahndaq de la tiranía de Intergang y convirtiéndose en su héroe nacional, concepto que es más acorde a los cómics; sugiero), mejores u otros guionistas y, no sé, quizá otro director? (no me atrevo a afirmar que haber dirigido La casa de cera y todas esas películas de Liam Neeson Action Hero te descarte como director de un largometraje de superhéroes, menos sabiendo lo mucho que les gusta ahora meter cuchara en la producción a los ejecutivos semianalfabetos, pero, caray, ¿por qué el pobre de Jaume Collet-Serra, que en otras ocasiones ha demostrado un notable dominio de los mecanismos del suspense y la acción, parece aquí tan desganado?).

En fin, querido lector, no te quedes con nuestra opinión. Ponte La mujer rey y Black Adam y llega a tus propias conclusiones. Para exigir sumisión a dogmas inapelables ya está la ejecutiva de Podemos. Aquí exponemos argumentos, y si los nuestros no te valen, cúrrate los tuyos propios.

The Woman King y Black Adam podrían haber sido dos grandes películas.

Eso es bueno.

Pero fracasan en lograrlo.

Eso es malo.

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