domingo, 11 de diciembre de 2016

Autoentrevista

 
Buenos días.
¡Pues anda que tú!
¿Perdón?
Perdonado.
Eeeeh... gracias por concederte a ti mismo esta entrevista.
Sí, bueno... acabemos cuanto antes, ¿eh?

¿Por qué esa actitud?
No me gustan los interrogatorios. No me gusta ser el centro de atención y me lo estás haciendo pasar realmente mal con esta entrevista. Me siento como ante Torquemada.
¿Que no te gusta ser el...? ¡Pero si eres escritor, la más fatua de las criaturas!
¿Vas a hacer alguna pregunta?
«¿Cuáles son tus influencias? ¡Que cuáles son tus influencias!»

Primera pregunta: ¿por qué te estás entrevistando a ti mismo?
Es un trabajo sucio, pero alguien tenía que hacerlo.
Hace poco empezaste esta página en Blogger, pero en realidad no la lee ni Dios. ¿Por qué sigues escribiendo en ella?
No sé. ¿Masoquismo?
¿Es ésa la verdadera razón?
Por supuesto que no, pero cualquiera que pregunte por los motivos para escribir es una persona que jamás comprendería la respuesta.
¿No creaste Paratroopers don't die con el único propósito de publicar fotos de Sara Sampaio en diversos grados de desnudez?
Vale. Me has pillado. Soy un heterosexual y me gustan las mujeres. ¡Socorro! ¡Que alguien llame a la policía!

Defínete con una palabra.
Antropoide.

¡No! ¡Que te definas como escritor!
Lento.
Me parece que no me estás entendiendo.
Éso no es una pregunta, es una afirmación. Deberías conocer la diferencia, si vas a dedicarte a esto.
A ver así: ¿cuál es el adjetivo que mejor define el estado actual de tu carrera literaria?
Maldito.

Explícate.
Diría que es el adjetivo que corresponde a un escritor que ha publicado, pero no se ha enterado nadie de ello, y que no llega a la docena de lectores.
Bueno, tampoco es que tengas una bibliografía muy extensa. Tu obra publicada no llega a media docena de relatos.
Si empezamos a faltar avísame, ¿eh?, que puedo ser tan impertinente como tú y además hago karate.
Leyendo algunas de las entradas de Paratroopers don't die uno podría llegar a hacerse la idea de que eres una persona huraña y malencarada. Yo, que te conozco desde hace muchos años, sé que en el fondo eres buena gente.

Siempre he pensado que si una persona me concede noventa segundos de su tiempo, seguro que acabaremos siendo amigos. El problema es que la mayoría de la gente empieza a intentar asesinarme a los treinta segundos de conocerme.
¿Por qué toda esa agresividad, ese lenguaje hiriente? Sé que sólo es un personaje que adoptas, pero ¿por qué lo haces?
Supongo que, después de casi veinte años tratando con subnormales, se me ha acabado la paciencia. No transijo con la hipocresía ni con la vanidad. Me revienta que los editores me digan que un libro mío es cojonudo pero, lamentablemente, impublicable. Me revienta que alguien me venda que quiere ser escritor cuando lo único a lo que aspira es a pegar el pelotazo. Me revienta que completos anormales me envíen su mierda esperando que les colme de elogios. Antes intentaba ser educado, diplomático, y empiezo a pensar que fue un error. Si crees que alguien no tiene el más mínimo talento, o que el libro (el cuento, el poema...) que acaba de escribir es una porquería no le haces ningún bien dorándole la píldora. En el primer caso, le estás privando de encontrar su verdadera vocación, en el segundo le permites perpetuarse en el error. En ningún caso te dará las gracias. Nunca.

¿Estás pensando en aquel aspirante a poeta del cual escribiste en marzo?
Te juro por Dios que hago todo lo posible por no pensar en él, y quisiera poder decir lo mismo de su madre.
¡Eso no es poesíaaaaaaaaaaaaa!
 ¿Qué rasgos de tu personalidad como escritor destacarías?
¿«Rasgos de personalidad»? Eso suena caro. No, no creo que yo tenga de eso. No me lo puedo permitir.

¿Qué cualidad esperas de un escritor?
Que no me aburra ni me insulte. Puedo perdonarle casi todo lo demás, menos eso.

¿Qué esperas de tus amigos cuando les das a leer un manuscrito?
Pues... solía darles a leer mis manuscritos a mis amigos, pero por alguna razón me quedé sin amigos... justo después de darles mis manuscritos. Seguro que es una coincidencia, ¿verdad?
¿Estarías dispuesto a leer la obra de otro escritor novel y asesorarle?
¡JUAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAAAAAAAAA!


¿Cuál crees que es tu mayor defecto a la hora de escribir?
Mi mayor defecto, a la hora de escribir y a la hora de hacer cualquier cosa, es que no tengo un sólo defecto.

¿Cuál es tu ocupación favorita, aparte de escribir?
¿Quién coño ha dicho que escribir sea mi ocupación favorita?

Bueno... pues ¿qué haces cuando no estás escribiendo?
Últimamente contestar preguntas estúpidas.
En tu blog...
¿En mi qué? 

En tu blog...
¿Yo tengo de eso? ¿Tiene tratamiento? ¿Es contagioso?

Vale. En tu bitácora...
¡Aaaaah! ¡A ver si hablamos bien, cojones! ¿En mi bitácora qué?
No sé. Se me ha olvidado.
Rabos de pasa hervidos. Mano de santo.

Sigamos con la entrevista. ¿Cuál es tu idea de la felicidad?
Despertarme cada mañana pegado a Sara Sampaio por nuestros propios fluidos venéreos.


Me sorprende. ¿Tú sueño de felicidad no tiene nada que ver con los libros?
Vale: despertarme pegado a Sara Sampaio por nuestros propios fluidos venéreos después de haberme pasado media noche leyéndole El Resplandor.


Si pudieras ser otra persona ¿quién te gustaría ser?
¿Cómo se llama el tío que se está trajinando a Sara Sampaio? Pues ése.

¿Cuál fue la última novela que no pudiste terminar y por qué?
Cincuenta sombras de Grey. Y porque era Cincuenta sombras de Grey.
¿Cuál es tu héroe o heroína de ficción favorito?
Jesucristo.
Pero ¡Jesucristo es una figura histórica!
¿Ah sí? Vale... Pues el padre de Jesucristo.
¿Quieres decir San José?
No. El de verdad. Como-se-llame. Don Fulano.
¡Ah! ¡Ya me acuerdo! En tu blo... tácora hablas a menudo de cine. Sorprende encontrar eso en un... una bitácora dedicada a los libros.
Las películas me han enseñado más técnicas narrativas que todos los libros que he leído en mi vida. Por eso, para mí, la relación entre literatura y cine es obvia, aun siendo lenguajes diferentes; pero entiendo que no todo el mundo piense igual que yo. El mundo está lleno de gentuza.
Ya que lo mencionas ¿qué papel ocupa el cine en tu vida?
Más o menos el que debería ocupar una novia.
Estás soltero, entonces.
¡Ah no, por ahí sí que no paso! ¡Que ya intentaron organizarme una cita a ciegas una vez! ¡Ni una pregunta sobre mi vida personal! ¡Chitón!

Tus novelas favoritas son...
Las que me exigen un pequeño esfuerzo, no las que pretenden que me rebaje al nivel del escritor.
Estás otra vez hablando de 50 sombras de Grey, ¿verdad?
No. Si hablase de 50 sombras de Grey no habría dicho «escritor», sino «escritora», y eso ya es dignificarla demasiado, a la analfabeta ésa.
¿Por qué le das tanta caña a ese libro? Al menos ha conseguido hacer leer a un montón de mujeres que no habrían cogido otro libro en sus manos.
Eso es tanto como decir que la cocaína es buena porque ha conseguido que mucha gente consuma más vegetales.
Entiendo, es como el chiste ese de comer mierda, ¿no? «Cincuenta mil millones de moscas no pueden equivocarse
Cierto. Ni siquiera una mosca leería ese libro, y eso que está acostumbrada a comer mierda.
¿Tu rechazo de 50 sombras... no es el típico prejuicio clasista contra los best-sellers?
Para nada. Stephen King es uno de mis escritores favoritos. Y Balzac otro. Ambos son escritores de best-sellers... Bueno, Balzac hace tiempo que dejó de serlo.
¿La Rizos o Sara Sampaio?
Léeme los labios.
«Blabas Basblashio...»
 ¿Qué talento natural te gustaría poseer?
Un pene grande.

No, me refiero a un talento natural.
Un pene realmente grande.

¡Que no! ¡Que hablo de un talento natural! ¡Algo innato!
Eeeeeeh ¿un pene grande de la hostia pegado a un cuerpo apolíneo de metro noventa de estatura, rostro de efebo, músculos de atleta y una larga melena rubia al viento y por el cual se vuelva loca de lujuria Sara Sampaio?

Hablemos de tu bitácora. Antes has comentado que tienes varios cuentos publicados, sin embargo no los enlazas desde Paratrooper's don't die ni mencionas sus títulos. ¿Por qué pierdes la oportunidad de hacer promoción de tu obra?
¿Por qué pierdo la oportunidad de promocionar mi obra desde una bitácora que no lee ni Cristo?

Eeeeeeeh... Sí.
Publiqué esos cuentos bajo mi verdadero nombre y prefiero mantener las distancias con él.
¿Por qué?
Los cuentos de los que hablas son piezas chiquitinas, humildes y poco comprometedoras, pero también escribo novelas muy chungas, donde cuento cosas muy personales o exploro algunas de mis obsesiones, y no quiero que ningún conocido caiga en la tentación de leerlas y atribuirme pensamientos o sentimientos de mis personajes. Sería un engorro pasarme la vida desmintiendo malentendidos.
¿Esas novelas que todavía no has publicado y que corriges y reescribes una y otra vez?
Tú te has empeñado en que hoy te caigan un par de hostias, ¿verdad?
¿No será que buscas el anonimato para distanciarse de las escenas eróticas de tus libros? Porque he leído tus novelas y hay cantidad de sexo en ellas.
¡Ah! ¡Eras tú!
Volviendo sobre el sexo en tus libros: ¿es el típico caso de «dime de qué presumes y te diré de qué careces»?
Siguiente pregunta.
Mi foto más reciente.
 ¿No temes que esconderte tras un pseudónimo pueda ser interpretado como un rasgo de cobardía o inseguridad? Como si no te atrevieses a proclamar la autoría sobre tus libros porque no los considerases lo bastante buenos.
Y seguramente no son lo bastante buenos. Los han rechazado todas las editoriales del país.
Y eso te resulta frustrante.
¡Noooo! ¡Estoy encantado! Ser escritor maldito es lo más de lo más. La caña de España. (Si es que tengo un imán para subnormales, joder)

Perdón, ¿decías...?
Mascullaba. No es lo mismo.
¿Crees que habrá Paratroopers para rato?
Soy el primer sorprendido de que esto esté durando tanto. Iban a ser una docenita de entregas y mira...
Hablemos un poco de tu carrera: ¿Cuándo empezaste a escribir?
No soy capaz de recordar una época de mi vida en que no escribiese, así que supongo que llevo toda la vida escribiendo.
Pero ¿cuándo escribiste tu primera obra?
Con ocho o diez años perpetré mi primer conato de novela. Ya lo he contado en alguna entrada de la bitácora. Era una mierda, por supuesto. El noventa por ciento de todo lo que se escribe es una mierda y yo no soy una excepción.
Sí, sobre eso quería hablarte: hay una especie de derrotismo en casi todos tus artículos, como si no tuvieses esperanza alguna en la literatura.
Y no la tengo.

Pero escribes. No dejas de escribir.
Claro. No tengo elección.

No entiendo.
Te avisé. Te dije que no lo entenderías.

El tono satírico de Paratrooper's don't die ¿debe entenderse como parte del personaje que has creado para esta bitácora o es una expresión de tus propias frustraciones en el mundo editorial?
Diría que fifty-fifty. No sé. Se me da fatal hacerme las entrevistas a mí mismo.
Eres particularmente duro con los editores y los concursos literarios.
Con los editores es que no puedo. Como ya he dicho antes, no concibo que me digan que les encantan mis novelas, que elogien el lenguaje, el argumento y el estilo y a continuación me suelten que no van a publicarlas, pero por otro lado saquen tiradas de miles de ejemplares de 50 sombras de Da Vinci o El crepúsculo de Grey, que están escritas con el puto culo, se cagan en la inteligencia del lector y encima aburren a las ovejas. O realmente no les gustaron tanto mis novelas o en algún momento las editoriales dejaron de publicar los libros que les gustaban. O son unos mentirosos o funcionan con una lógica que no puedo entender. Y de los concursos literarios, mejor no hablemos.

Al contrario. Hablemos. Has participado en unos cuantos.
Tampoco tantos.

Y nunca has ganado uno.
Es un detalle que me lo recuerdes. Cabrón.

Tus protestas acerca de la organización de esos concursos y los fallos del jurado podrían interpretarse como resentimiento. Simple orgullo herido de perdedor.
¡Y estoy resentido! Al menos con los concursos en los que participé.

¿Por qué?
Por un pequeño detalle: porque casi siempre tuve acceso a las obras ganadoras y, si aquellos ñordos eran mejores que los míos, si aquellos cagarros eran las mejores novelas o cuentos presentados, entonces que el fuego arrase la tierra, porque no tenemos esperanza.

Perdóname, pero eso suena un poco narcisista.
No veo por qué te sorprende. Tú mismo dijiste que los escritores son unos fatuos.
¿Qué fue de tu amarga polémica con Iñaki Gabilondo?
Bueno, él es guipuzcoano, así que lo resolvimos con unos cacharros de txacolí y unas cocochas.
Entiendo.
Y cuando estaba borracho, tirado en el suelo, le di seis patadas en las costillas. Quedamos como amigos. En realidad es un tío muy majo.

Una pregunta maliciosa...
Tú mismo, pero mira que desde aquí puedo acertarte en las pelotas.

Leyendo el lenguaje coloquial, y algo deslavazado de la bitácora, ¿no tienes miedo de quedar desacreditado como escritor? Quiero decir... no es que para tus artículos te esmeres en emplear un lenguaje hermoso, elegante, literario. ¿Por qué la gente que lea Paratrooper's don't die, que es tu fachada de cara a posibles lectores, va a comprarse un libro tuyo? En otras palabras, ¿no temes que el estilo desenfadado de la bitácora desanime a tu público potencial de comprar tu llamémosla «obra seria»?
¿Por qué? Bien podría suceder al contrario. Además, afrontémoslo: esto no lo lee ni mi puñetera madre.
¿Sigues en contacto con Manospenes?
Lo cierto es que no recuerdo dónde enterré el cadáver. ¡Es que son ya tantos...!

¿De verdad aspiras a ganarte la vida con tus libros?
También aspiro a calzarme a Sara Sampaio. El mundo está lleno de ilusos, pero todos necesitamos una razón para levantarnos de la cama por las mañanas.
Nombra a tu pintor favorito.
El que maquilla a Cher de modo que siga pareciendo una vieja momia de cuarenta años, y no una jovencita de setenta. No sé cómo se llama.
¿Tu compositor favorito?
Alejandro Dumas.
No sabía que fuese compositor.
No lo era. Por eso le admiro. No tenía ni puto talento para la música, lo sabía y jamás intentó engañar a nadie al respecto.
¿Quién es el escritor o escritora a la que más admiras?
Ninguno. Son todos chusma, empezando por mí mismo.

Bueno... alguno se salvará de la quema.
El que le escribe los chistes de gangosos a Arévalo. Ese tío es la reoca.
¿Por eso no frecuentas los foros para escritores? ¿Porque consideras a tus colegas chusma?
Porque son unos indeseables. ¿Tú has leído los hilos de esos foros? Papanatas iletrados que se comen la polla unos a otros. Gente que pide consejos para escribir el enésimo clon de Harry Potter, Crepúsculo, 50 Sombras de Grey... pon aquí el último libro de moda. ¿La chica del tren, por ejemplo? Una vez me encontré con un foro en el que un comemierda y media docena de groupies se pasaban cuarenta y dos páginas tratando de decidir qué nombre le ponían a la elfa del refrito de El señor de los anillos que el primer oligofrénico estaba escribiendo. Ésa es la altura del debate en esos foros y por eso huyo de ellos.
¿Qué importa cómo se llame si el libro es una puta mierda?

Bueno, pero hablas de aspirantes a escritor. ¿Qué pasa con los escritores consagrados? ¿También ellos son chusma?
Peor: son humanos, con todas las vanidades y defectos de un mortal. Créeme, es mejor evitar todo trato con ellos.
¿Son unos decadentes?
No, pero les gustaría serlo. Y ya habías enlazado ese artículo.
Huy, perdón.
Vale, pero que no se repita.
Hablando de decadentes, tú mismo has confesado que escribías clones de obras de Stephen King y Eric Van Lustbader.
Sí, bueno... La pubertad fue una putada. Por suerte, se acabó pronto. Y debe de ser por lo menos la millonésima vez que enlazas ese artículo.
¿Tienes algún consejo para los escritores noveles, aparte de evitar los foros de Internet?
Sólo uno: todavía no es demasiado tarde para estudiar un módulo de FP.
No es un consejo muy alentador.
Me has pedido un consejo, no una mamada. El consejo es gratis. La mamada te costará quinientos euros. Mil si quieres que me lo trague todo.
¿Aceptas tarjeta?
No, pero tu madre sí. Ve, que seguro que te hace descuento.
Perdona, pero me resisto a dar por buena la entrevista si no consigo sacarte algunas palabras para los escritores noveles.
¡Qué ganas de morirse de hambre! ¡Pico y pala os daba yo a vosotros, esperma de gusanos anémicos! ¡Tenía que venir el arishok y poneros firmes como pollas!
«¿Escritores? Que se vayan poniendo en fila.»
¡Venga, Sommer! ¡Estoy hablando en serio!
Vale, ahí va mi consejo: si te invitan a una boda y la orquesta empieza a tocar Las lluvias de Castamere, sal perdiendo el culo.
Confiesa: ¿te la cascas pensando en Sara Sampaio?
Y ella pensando en mí. Lo nuestro es la mejor prueba de que un amor disfuncional a distancia es posible, siempre y cuando uno de los miembros de la pareja no sepa que existe el otro.
Pero... si no sabe que existes ¿cómo coño va a...? Dejálo. Ya me da todo igual. ¿Dónde te gustaría vivir? Y, por Dios, no digas que dentro de la vagina de Sara Sampaio.
En ese caso deja de ponérmelas en bandeja y pasemos a la siguiente pregunta.
¿Qué le pides a la literatura?
Que me deje en paz, que yo no le he hecho nada malo.
Pero... tú haces literatura.
Eso no tienes cojones de repetírmelo en la calle.
¿En qué momento considerarías que has triunfado en la vida? (Oh, mierda, he vuelto a hacerlo, ¿verdad?)
La mañana en que me despierte en la misma cama que la divina Sara y ella no esté llamando a la policía con una mano mientras me apunta su espray de defensa con la otra.
¡Te pedí que...!
Y yo pasé de ti como de la mierda. El día en que un soplapollas me diga sobre qué puedo o no puedo escribir, me corto los huevos.
En tu artículo sobre Amy Winehouse relacionas la creatividad con el sufrimiento. Dando esa ecuación por cierta ¿cuál es tu experiencia más dolorosa?
El día en que descubrí por qué mis padres insistían en que no metiese objetos metálicos en los enchufes de casa.

¡No jod...! ¿Cuándo pasó eso?
A los... ¿tres años? ¿A los siete? No sé. Mis recuerdos de ese día están un poco borrosos.
Formateando el disco duro.
He visto fotos tuyas de niño y eras muy guapo. ¿Qué coño te pasó?
Me caí de cara.Varias veces. Sobre una barbacoa encendida.
Pero...
Y durante mi convalecencia me comí a un gordo y todavía lo estoy digiriendo.
Ah, vale. Eso lo explica todo. En la misma entrada que he mencionado antes también hablas de las adicciones de varios escritores famosos. ¿De verdad nunca has necesitado de... llamémosle «ayuda química» para escribir?
Jamás. Mi mente ya me hace putadas lo bastante gordas sin necesidad de drojas.
«¡Ay! ¡Que se me está ocurriendo un giro cojonudo para el segundo acto!»
 ¿Cómo crees que será tu vejez?
Deprimente. Y con pañales.
Y sin Sara Sampaio. Obviamente.
Hoy no te acuestas sin recibir un par de toñas. Obviamente.
¿Cómo desearías morir?
Pero ¿qué coño de pregunta es ésa? ¡Yo no voy a morirme!
Pero... ¡todos nos morimos!
Te morirás tú, agonías.
¡Toda la gente que ha nacido en el planeta, antes o después, acaba muriendo!
Eso no prueba nada.
Bueno, aún así ¿que te gustaría que escribiesen en tu lápida?
«Herbert K. Sommer. Palmó hace más de quinientos años, pero la Muerte no ha tenido cojones de venir a llevárselo. Si quieres algo de él, le encontrarás en su biblioteca, leyendo El resplandor sobre el cuerpo incorrupto de Sara Sampaio
(Qué hartito me tiene) ¿Cuándo fue la última vez que contaste una mentira?
(¡Qué cachondo! ¡No se ha dado cuenta!) Yo nunca cuento mentiras. (¡Pffffffffffjuajuajuajua!)

¿Qué planes tienes para el año que viene? Y, por Dios te lo pido, a ver si puedes contestarme sin mencionar a la pobre Sara Sampaio, que ya le estoy cogiendo manía y todo.
¿Que le estás cogiendo manía a...? ¡Fuera de mi vista ahora que aún puedes caminar!
¿Cuál es tu lema?
«Sonríe: mañana será peor».
«Llévame ante tus líderes.»
 ¿Tienes algo que añadir, para terminar?
Supongo que debería darte las gracias por la entrevista. No ha sido una experiencia tan mala como esperaba, y además eres el único que se ha atrevido a proponérmelo.
Sí. Bueno... Es un trabajo sucio, pero alguien tenía que hacerlo.

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